Me llamó un Prospecto (en el argot inmobiliario un prospecto es una persona o empresa que busca tus servicios) en busca de un edificio para sus oficinas y contactando a algunos colegas conseguí hacer varias citas, una de ellas en un edificio pequeño ideal para nuestro Cliente (en el argot inmobiliario, quién te paga o contrata es tu cliente).
El edificio lo habían desocupado tiempo atrás y las visitas eran bastante espaciadas. Encontré una serie de detalles que dificultaban apreciar las características del inmueble, por ejemplo, papeles tirados en la puerta de entra, insectos muertos a la vista, exceso de polvo en la reja de entrada y en los muebles del interior del lugar, aunado a un olor desagradable de agua estancada.
Después de vivir esta incómoda situación, consideré tomar en cuenta precauciones a la llegada del cliente en el lugar:
Llega al lugar antes de la cita con el cliente para limpiar el lugar o acomodar cosas.
Abre todas las puertas y ventanas favoreciendo la ventilación del lugar.
Abre cortinas y/o persianas buscando la mejor iluminación y vista.
Enciende todas las luces del inmueble y al retirarnos apagar el interruptor principal de corriente eléctrica. Así al llegar a mostrarlo solo prendemos el interruptor y todo se ilumina.
Remplaza cualquier luminaria defectuosa.
Abre la llave de paso principal y deja correr algo de agua en cada lavabo, escusado y coladera evitando se cuelen malos olores. Cerrar la llave de paso al salir.
Además de estas recomendaciones, considera el adquirir un “Kit de Herramientas inmobiliarias”:
Juego de escoba y recogedor.
Tela para limpiar superficies, desechable.
Aromatizante en spray.
Tina plástica.
Bolsas para basura.
Comparte con nosotros tus experiencias y enriquece con tus conocimientos la experiencia de ser Asesor inmobiliario.